lunes, 14 de septiembre de 2015

Hay que hacer de la vida un sueño...


La frase "Hay que hacer de la vida un sueño, y del sueño una realidad" con ciertas variantes,  aparece en muchas partes atribuída a Antoine De Saint-Exupéry: veamos dos ejemplos, muy bonito uno y el otro hasta con la fotografía del autor de "El Principito"



También la encontré atribuida al médico, periodista  y político francés; George Clemenceau:


Aunque muchos  han dicho quizás frases  más o menos similares; dicha frase  propiamente tal en realidad es de Pierre Curie; físico francés, y ganador del premio Nobel de Física 1903; junto a su esposa la gran Marie Curie y Henry Becquerel, por el descubrimiento de los elementos radiactivos.


Pierre Curie registró, siendo más joven,  algunas de sus inquietudes en  una especie de diario, que no fue propiamente tal un diario sino algunas páginas durante un breve periodo de tiempo. Su mayor preocupación ya entonces, era dedicarse a la ciencia con todo su ser y tal parece que sentía que  las obligaciones y situaciones cotidianas de la vida lo alejaban de ese ideal.   En parte de sus registros es que se encuentra un  relato de "Un día como tantos otros" en 1879,  donde describe una jornada cualquiera en su vida que quizás no le dejó trabajar como quería  y explica entonces lo que  él consideraba eran las condiciones necesarias para abocarse a las funciones más elevadas del pensamiento:

"Mi carácter es tan débil que, para no distraerme con cualquier cosa, hasta con el soplo más leve, necesitaría que a mi alrededor todo fuera inmóvil o que , propulsado como una peonza, el movimiento mismo me volviera insensible a las cosas exteriores (...) Necesitamos comer, beber, dormir, holgazanear, amar, tocar las cosas más dulces de esta vida, pero sin sucumbir a ello; es preciso que, al hacer todo eso, el pensamiento antinatural al que uno se ha consagrado siga siendo dominante y continúe su curso impasible por nuestra pobre cabeza; es necesario  hacer de la vida un sueño y del sueño una realidad"

sábado, 12 de septiembre de 2015

El Principito y sus propios textos apócrifos




Desde enero del año 2015,  "El Principito"  de Antoine de Saint-Exupéry, ha pasado a ser de Dominio Público,  por cumplirse más de cincuenta años desde la muerte de su autor, de acuerdo a las leyes de Copyright de muchos países.

El que sea de Dominio Público significa que una obra puede ser utilizada sin solicitar el permiso del creador o sin tener que pagarle por conceptos de derechos y, por tanto, puede ser copiada, distribuida, reinterpretada (por ejemplo, adaptar el lenguaje del texto a uno más actual), traducida, ilustrada,  exhibidas en público, etc. todo, sin los costes del Derecho de Autor. También pueden ser adaptada, entendiendo eso como llevar una obra literaria a otro género; por ejemplo, del libro al cine, del libro al teatro, etc. y, eventualmente, puede ser modificada lo suficiente como para adaptarla para fines específicos como cuando se resume una obra o se acomoda para un público infantil, por ejemplo. En todos estos casos se conserva la obra; o es a lo que debería aspirar una buena adaptación creo yo. Hacer todo lo descrito cuando las obras no han sido liberadas, puede conducir a querellas y sanciones por acusaciones de plagio.

A pesar de lo anterior, el sentido común señala que por muy liberada que esté una obra no implica necesariamente que podamos hacer lo que nos venga en gana; al punto de inventar un nuevo texto y hacerlo pasar como si fuera el original sin tomarse el trabajo de aclarar que se trata de una “versión libre”, “licencia o recreación  literaria” o, como dicen actualmente un “fanfiction”  que de hecho, pueden transformarse en “nuevas obras”  con derechos de autor propios.

Sobre El Principito circula abundante material en Internet; cantidad de carteles con frases que indican ser extractos del libro original y que sin embargo,  la gran mayoría de las veces; no son tales y, de un tiempo a esta parte, han  aparecido también variados textos al estilo de lo que hoy denominan “fanfiction” esto es: relatos inventados  por admiradores basados en el libro (película, comic, serie, etc.) o utilizando los personajes de las obras conocidas desarrollando nuevos papeles y argumentos para ellos. Esto se ve bastante con El Principito, sobre todo haciendo alusión a los personajes  "Principito y el zorro" y "Principito y la rosa" donde algunos autores-fans  re escriben pasajes desarrollando largos discursos de su propia y particular moralidad o espiritualidad y no siempre aclaran (aunque al leerlos parezca obvio)  que son SUS adaptaciones, SUS  textos inventados y que no pertenecen a la obra original y aunque lo aclaren, luego son sus lectores quienes obvian ese detalle no menor y hacen circular “capítulos” y frases inexistentes en el libro, totalmente fuera de estilo, de línea y contexto añadiendo al final “sacado de “el Principito de Antoine de Saint-Exupéry “ y así;  gran parte de esos trabajos pasan a ser apócrifos de Antoine de Saint-Exupéry. 

Un ejemplo de lo anterior ocurre con un texto que circula profusamente bajo el título "El Principito, querer y amar" (también lo he encontrado como "El Principito y la rosa"). No  lo incluyo acá porque es bastante largo y para ser sincera un poco tedioso pero, el asunto es que, la autora-fans Viviana Baldo, especificó claramente y desde un comienzo que se trataba de una recreación; sin embargo las personas que lo recibieron lo compartieron o le dieron copy/paste lo hicieron señalando que se trataba  de un capítulo de El Principito . Eso ya no es culpa de la señora Viviana Baldo.

De ahí en más, el texto adaptado "El Principito y la rosa" (o sus fragmentos) ha seguido circulando bajo la autoría de  Antoine  de Saint-Exupéry y una se pregunta ¿de verdad leyeron El Principito? ¿De verdad les gustó? Porque, si lo hubieran leído o fuera como dicen “de sus textos preferidos” se darían cuenta de inmediato que están leyendo una re escritura que no tiene nada que ver con la obra que dicen admirar ¡Vamos! que el libro original, dependiendo de la edición, tiene poco menos de cien páginas, dibujos incluídos; da como para detectar que hay citas que " no nos suenan" o cuyo estilo no parece salido de ahí.  Al menos podrían entrar en sospechas si recuerdan que en la obra original, los pasajes son breves; ninguno de los personajes da largos y sesudos discursos ni dicta cátedra sobre el bien y el mal ni deja supuestas moralejas de manera tan obvia.
 
¡Y qué importa! podría preguntarse alguien. Pues nada, no se acabará el mundo ni se detendrán las guerras si a eso se refiere, nada terrible pasará, sólo que se ayuda a arruinar un hermoso y especial trabajo esparciendo por ahí trozos falsamente atribuidos al libro original.

El Principito es considerado por algunos como un libro infantil sobre valorado, ya sabemos que en gustos y colores no hay nada escrito en piedra. Para otros, en cambio, es una bella y significativa obra únicamente dirigida al público infantil, lo cual me parece, nunca fue la intención del autor. Como fuere,  al  paso de los años, la obra se ha ido haciendo cada vez más universal y transversal en términos etarios. En lo que a mí respecta es de aquellos textos que a cualquier edad puedes leer sin sentirte excluida. Ha pasado a ser patrimonio de todos; estropearlo es estropear parte del patrimonio literario.

Que el texto esté liberado No significa que podamos destrozarlo, sólo significa que los derechos de autor caducaron,  tal y como explican en el portal The Public Domain Review  quienes el primero de enero de cada año celebran el Día del Dominio Público:

“Debido a la expiración del plazo de protección del derecho de autor sobre las obras producidas por autores que murieron varias décadas antes, miles de obras pasan a ser de dominio público - es decir, su contenido ya no es propiedad de o controlada por nadie, pero más bien se convierte en un tesoro común”.

En ninguna parte dice que podamos dedicarnos a destruir este "tesoro común" sólo porque hayan expirado los derechos de autor;  al revés, se supone que es una  puerta más para hacer llegar una obra al mayor público posible; poder reimprimirla con menores costos al no tener que pagar derechos;  una obra íntegra, sin mutilaciones ni alteraciones antojadizas.

Comentario aparte; las personas que detentaban los derechos de autor (los descendientes del escritor ) no estaban muy felices con esta liberación de derechos y como ya sabían que este día llegaría se anticiparon y hace rato que patentaron hasta la tos de la rosa. Olivier d'Agay, director de la sucesión de Saint-Exupéry declaró en la Feria del Libro Infantil de Bolonia, Italia, que 

"Lo que ocurre ahora es que cualquier persona puede imprimir el libro sin pagar nada a nadie, pero NO puede usar los personajes para imprimirlos en camisetas, calcomanías, tazas, calendarios, etc. El uso de su título o de cualquiera de las ilustraciones independientes  seguirá violando las leyes de derecho de autor. Cada uno de los personajes del libro, entre ellos, el Príncipe, el zorro, la rosa y el planeta Baobob, está protegidos por marcas separadas"  (Diario El País) Creo que a estos caballeros se les pasó la mano pero, es la explicación de porqué han salido nuevas ediciones  sin las ilustraciones originales del autor sino con dibujos de otros creadores.

Ahora; hay que tener en cuenta que No necesariamente caducan los derechos por concepto de traducciones; tanto del texto como de los títulos. No es un detalle menor.  En este caso la obra liberada es la obra original en francés con el título Le Petit Prince, pero la traducción que conocemos al español es de Bonifacio del Carril y no tengo claro que sus derechos hayan expirado junto con los de la obra original. 

Aunque suene  evidente ahora, el que los hispanohablantes conozcamos la obra como "El Principito"  es por gracia del traductor del texto;él fue quien acuñó el término  y no gustó a todos pues opinaban que tal título lo hacía parecer un libro de cuentos para niños muy pequeños. En la mayoría de las traducciones a otros idiomas se utilizó una traducción más literal, que vendría siendo "El pequeño príncipe" que para muchos puede ser lo mismo pero, no es igual pues conlleva un tono más filosófico y cercano a lo que pretendía el autor. Como sea, la obra en español puede estar aún sujeta a los derechos y  permisos correspondientes en base a su traducción y uso de títulos.


Nota Curiosa: Otra obra cuyos derechos caducaron este año 2015  es el cuadro de Edvard Munch conocido como "El grito"  algo que probablemente pase desapercibido pues, aún estando sujeto a derechos de autor se ha usado indiscriminadamente en múltiples montajes y materiales. Al menos ahora sabemos que podemos reproducirlo sin  el deber de pedir autorización especial así es que puedo terminar esta entrada con dicho cuadro, porque  representa mi sentir cada vez que leo citas o "recreaciones" que no aclaran de manera categórica que No son parte de El Principito:




El Grito - Edvard Munch, 1893, versión en la Galería Nacional de Oslo,  Noruega


Desde los afectos/Cómo hacerte saber; Ni de Benedetti Ni de Whitman sino de Daniel Russo

El texto, que circula bajo el título "Desde los afectos"   aparece con alta frecuencia atribuido a Mario Benedetti, pero también a Walt Whitman con el título "Cómo hacerte saber"  y, con menor frecuencia, se menciona que es de María del Carmen Villaverde. La realidad es que NO pertenece a ninguno de los tres escritores. 



Vamos por parte;  Una de las referencias que dan algunos blogs o comentarios en ellos, es que este texto aparece en Inventario2 (1994) pero  no es tal; basta con revisar el libro. Como siempre, la palabra definitiva la tiene la Fundación Mario Benedetti y ellos ya han aclarado el asunto. Al margen de lo categórico que es que la propia fundación haga la aclaración, muchos ya lo descartaban de plano desde que comenzara a circular profusamente por la Red  pues se aleja bastante de lo que se le conoce al escritor uruguayo. Aún así, para algunos lectores sigue "sonando a Benedetti" y no hay formas de hacerles entender que, independiente de si gusta o no (que para eso cada quien es digno y dueño de hacerse un juicio) lo que se busca es honrar la verdad y ésta es que, simplemente, dicho trabajo no pertenece a don Mario Benedetti

En segundo lugar, la atribución a Whitman: Es el mismo texto 
pero bajo el título "Cómo hacerte saber". Sucede que  en los lugares donde se atribuye el texto a Whitman, nunca encuentro que se incluya el dato de en qué parte aparece específicamente; nadie cita un título de alguna obra, ni menos una página ni fecha, ni nada.  No soy tan conocedora de la obra de Whitman para descartar de plano algo que le atribuyen, puesto que mi manejo con el idioma inglés no es el mejor como para leer su obra desde el original y he de conformarme con leer las traducciones que, ya sabemos, si están mal realizadas pueden arruinar una obra;  algo grandioso puede quedar reducido a mediocre si quien hace el trabajo de traspasarlo a otro idioma  no lo hace también con talento; esto es especialmente delicado en el caso de la poesía. La mayor obra de Whitman es "Hojas de hierba" que comenzó a escribir en 1850 y que siguió revisando, ampliando y editando, hasta el día de su muerte. Tengo una versión en inglés con su correspondiente traducción, buena traducción debo decir, de acuerdo a lo que he podido comparar  y, al menos en esta obra, este texto no aparece. Consultando por aquí y por allá a quienes conocen mejor su obra en el idioma original pues me encuentro con la misma respuesta; no es un texto de Whitman y se pierde  la pista sobre el momento en que comenzó el error de atribución.


Por otra parte; tenemos quienes le atribuyen el escrito a María del Carmen Villaverde; argentina, profesora de Letras especializada en Literatura Infanto Juvenil y Lectura, experta en Educación Primaria, docente, investigadora, tallerista... presenta un currículum extenso y una vasta producción literaria y docente que se puede revisar aquí siempre relacionado con  el fomento y creación de estrategias en el área de la Literatura Infanto-Juvenil. De su página oficial de Maria del Carmen Villaverde seleccioné la siguiente foto  porque me pareció muy representativa del trabajo que se describe en su blog; ¡hermosa labor la de fomentar la Lectura y la Creación Literaria en los niños y jóvenes!


Y bueno, el dato que encontré decía que  la  señora María del Carmen Villaverde  habría escrito el texto en el año 1987. Afortunadamente ella tiene una dirección de correo activa y pude consultarle de manera directa. Mención aparte, su gran amabilidad en responderme, de lo cual estoy profundamente agradecida. Sin embargo, de acuerdo a sus propias palabras, el texto TAMPOCO es de ella. No obstante, recomiendo revisar su trabajo pues es extenso y, como ya mencioné, hace un aporte  precioso en la difusión de la lectura entre niños y jóvenes. Responde a ese tipo de personajes cuya obra, definitivamente, debieran tener mayor difusión.

Estaba a punto de declarar este texto como definitivamente Anónimo, cuando, tras revisar infinidad de páginas y blogs  hacia atrás; es decir, escarbando más o menos cuál era la fecha más antigua  donde este texto apareciera me topé con  una página  donde, por primera vez aparece bajo la autoría de un nuevo personaje:  Daniel Russo Rendo ; uruguayo, establecido en Argentina hace varios años. Es la referencia más antigua que  he encontrado  hasta que logre contactar al señor  y hacer las consultas respectivas.

En lo personal me parece que, si fue creado como un texto del tipo motivacional ha logrado en muchísima gente su propósito.Una observación aparte es el hecho de que este texto aparece en muchos blogs de manera sesgada;  le han quitado la frase "Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida" y  la que le sigue; "Que la vida parte del sexo"  y otras más dependiendo del lugar donde se reproduzca el texto,  lo cual me causa muchísima gracia; hay que ser muy moralista para sacar esas frases, no es comprensible en lo que a mí respecta pero hay quienes se sienten con derecho a mutilar y/o censurar textos porque no va con sus propios pensamientos; si le importa un pepino hacer eso, menos le ha de importar citarlo de manera correcta. 

Actualización: Para mi grata sorpresa, el propio señor Daniel Russo aclaró el asunto, como se puede revisar más abajo, en los comentarios: 

"A quien corresponda:
No soy persona de blogs o internet en general, por lo tanto después de casi 40 años de haber escrito "Desde los afectos" (22/8/78) me encuentro con blogs y sitios donde se especula sobre la autoría del mismo.

Me llamo Daniel Russo Rendo y si es que quiere constatar o tener alguna prueba de mi autoría remítanse a buscar tanto en el "Expreso Imaginario" N° 54 de enero de 1981
bajo el título "Poesía Inédita, Poesía Vital" o en el libro de la sexóloga María Luisa Lerer "La dulde espera de la pareja" (año 1987) donde en ambas publicaciones van  a encontrar mi nombre al pie de este escrito, ya que fui/soy su autor.

Dicho esto agradezco a quien lo haya publicado acá ya que cuando lo escribí, mi intención era (y sigue siendo) compartir estas palabras."


Vuelvo a agradecer infinitamente la aclaración enviada por el señor Daniel Russo, y sólo puedo imaginar lo que se debe sentir al ver que un trabajo, que ha ganado sus adeptos, es adjudicado a otras personas y además, es manipulado al antojo de personas que no saben respetar el trabajo ajeno. La revista Expreso Imaginario que el señor Russo señala se puede encontrar en http://laexpresoimaginario.blogspot.com/2010/08/expreso-imaginario-n-54.html y desde ahí pueden dirigirse al link de descarga directa: https://mega.nz/#!LIkUwQ4b!eiXZC8Zah3DD25LcCHeFroNKdQ6QJgTEMEgWskcGSYo  ¡Es totalmente recomendable! Y, tal como lo señala el autor; en la sección Poesía Inédita, Poesía Vital, se encuentra publicado su texto y es de las referencias editadas más antiguas. 

Por tanto, ya podemos decir que el título real del texto es Desde los afectos y el autor es el señor Daniel Russo Rendo y, aquí dejo la versión tal y cual aparece en la  Revista Expreso Imaginario del año 1981: 


Desde los afectos
Daniel Russo Rendo

¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?  
Que uno sólo tiene que  buscarlo y dárselo.  
Que nadie establece normas, salvo la vida.  
Que la vida sin ciertas normas pierde forma.  
Que la forma no se pierde con abrirnos.  
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente.  
Que no está prohibido amar,
que también se puede odiar.  
Que el odio y el amor son afectos.  
Que la agresión porque sí duele mucho.  
Que las heridas se cierran,
que las puertas no deben cerrarse.  
Que la mayor puerta es el afecto.  
Que los afectos nos definen.
Que definirse no es remar contra la corriente.  
Que no cuanto más fuerte es el trazo más se dibuja.  
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio.  
Que negar palabras es abrir distancias.  
Que encontrarse es muy hermoso.  
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida,  
Que la vida parte del sexo.  
Que el porqué de los niños, tiene un porqué.  
Que el querer saber de alguien, no es sólo curiosidad.  
Que para saber todo de todos, es curiosidad malsana,  
Que nunca está de más agradecer.  
Que autodeterminación, no es hacer las cosas solo.  
Que nadie quiere estar solo.
Que para no estar solo hay que dar,  
Que para dar debimos recibir antes.  
Que para que nos den también hay que saber cómo pedir  
Que saber pedir no es regalarse.  
Que regalarse en definitiva es no quererse.  
Que para que nos quieran, debemos demostrar qué somos.  
Que para que alguien sea, hay que ayudarlo.  
Que ayudar es poder alentar y apoyar.  
Que adular no es apoyar,  
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara.  
Que las cosas cara a cara son honestas,  
Que nadie es honesto porque no robe.  
Que el que roba no es ladrón por placer.  
Que cuando no hay placer en las cosas, no se está viviendo  
Que para sentir la vida, no hay que olvidarse que existe la muerte.  
Que se puede estar muerto en vida.  
Que se siente con el cuerpo y la mente.  
Que con los oídos se escucha,  
Que cuesta ser sensible y no herirse  
Que herirse no es desangrarse  
Que para no ser heridos levantamos muros  
Que quien siembra muros, no recoge nada  
Que casi todos somos albañiles de muros  
Que sería mejor construir puentes  
Que sobre ellos se va a la otra orilla, y también se vuelve.  
Que volver no implica retroceder.  
Que  retroceder también puede ser avanzar.  
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol… 
Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida.